El regreso de Trump: factores clave detrás de su victoria en 2024

Por: Lorena Meeser

El triunfo de Donald Trump en las elecciones de 2024 refleja varios de los factores que impulsaron su victoria, pero también muestra nuevas dinámicas dentro de un contexto político y social diferente.

El republicano de 78 años logró una arrolladora victoria ante la demócrata Kamala Harris, su triunfo es histórico, no solo ganó el voto del Colegio Electoral, sino también el voto popular, algo que no lograban los republicanos desde hacía 20 años. Y se convirtió en el segundo presidente que logra un segundo mandato, no consecutivo, después de Grover Cleveland en el siglo XIX. Todo eso después de enfrentar 4 casos criminales y otros tantos civiles, y ser condenado por uno de ellos, de enfrentar incontables escándalos y del asalto al Capitolio por parte de sus seguidores tras la derrota que no reconoció en el 2020.

1. Contexto económico y el desencanto con las élites

Uno de los factores que impulsó a Trump a la Casa Blanca nuevamente en 2024 fue el estado de la economía estadounidense y la percepción de que las políticas progresistas del Partido Demócrata no han resuelto los problemas estructurales que afectan a la clase trabajadora y a las clases medias. La inflación, el aumento del costo de vida y la incertidumbre económica fueron puntos recurrentes en los discursos de Trump, quienes se presentaron como el antídoto contra el “establishment” económico que los americanos percibieron como desconectado de las necesidades del pueblo ya que subieron los créditos y las hipotecas.

A pesar de la recuperación económica parcial tras la pandemia, muchos votantes aún enfrentan desafíos económicos significativos. La falta de salarios adecuados, el acceso limitado a trabajos bien remunerados y el alto costo de la vivienda son temas que Trump aprovechó para reforzar su mensaje de protección del trabajo estadounidense, la industria nacional y el retorno de la manufactura a Estados Unidos.

En su discurso sostuvo que la administración de Biden no logró solucionar estos problemas de manera efectiva, Trump con su mensaje de proteccionismo y enfoque en “América Primero”, conectó nuevamente con las clases trabajadoras, especialmente en estados industriales donde el desempleo y la inseguridad económica aún eran preocupaciones reales.

A pesar de que la economía estadounidense experimentó una recuperación después de la pandemia, muchos votantes aún enfrentaban altos niveles de inflación, costos de vida elevados y una sensación general de que sus oportunidades se habían visto reducidas. El fracaso del modelo económico prevalente, que muchos percibían como favorecedor de la élite empresarial, generó desconfianza en las instituciones tradicionales.

2. El efecto de la inmigración, el nacionalismo y la seguridad

La inmigración continuó siendo un tema central en la campaña de Trump, como lo fue en 2016. En 2024, Trump reiteró su postura contra la inmigración ilegal, posicionando este tema como una cuestión de seguridad nacional y estabilidad laboral para los estadounidenses. Aunque la política migratoria sigue siendo un tema polarizante, muchos votantes ven a Trump como un líder dispuesto a proteger sus empleos y su estilo de vida frente a lo que consideran una competencia desleal de trabajadores inmigrantes.

La frontera sur de Estados Unidos fue un tema que Trump utilizó para movilizar a su base, al prometer el refuerzo de las políticas de control fronterizo, un endurecimiento de las leyes migratorias y la deportación de los trabajadores ilegales.

A medida que la inmigración continúa siendo un tema divisivo, especialmente entre los votantes de clase trabajadora que temen que los migrantes puedan tomar sus empleos o reducir sus salarios, Trump apeló a estas preocupaciones presentándose como el defensor de la seguridad nacional y del "interés nacional", lo que le permitió consolidar su base y atraer a votantes indecisos que se sentían amenazados por los cambios demográficos. Y creó un discurso anti inmigración prometiendo cerrar las fronteras y realizar la mayor deportación de migrantes de la historia de su país.

3. La polarización política y el desencanto con el establishment

Trump se presentó nuevamente como un outsider, alguien dispuesto a desafiar el sistema político tradicional. Aunque la imagen de Trump ha evolucionado desde su primer mandato, muchos votantes siguieron viéndolo como un líder que podría cambiar las reglas del juego. En un contexto de creciente desconfianza hacia las instituciones gubernamentales y la élite política, Los votantes frustrados con los demócratas vieron en Trump una figura capaz de romper con la burocracia y la aparente ineficacia del gobierno.

La polarización política en Estados Unidos es cada vez más evidente. En este escenario, Trump se posicionó como una figura de ruptura frente al establishment político, sobre todo con la administración de Biden. Aunque muchos de sus seguidores veían su estilo confrontativo como un antídoto necesario contra un sistema político en decadencia, Kamala representa la continuidad de un sistema percibido por muchos como ineficaz, lejano y obsoleto.

El resentimiento hacia las élites políticas y económicas fue un factor determinante en el triunfo de Trump. Después de cuatro años de presidencia de Biden, en un contexto de frustraciones no resueltas, políticas que no lograron concretarse y que no se percibieron como efectivas, muchos votantes optaaron por Trump como una alternativa radical al "sistema" actual. De hecho, en un país tan dividido, donde muchos ciudadanos sienten que su voz ha sido ignorada por la clase política tradicional, Trump se vendió como la figura más visible como una fuerza de cambio, a través de un estilo autoritario y polarizador.

4. Auge de la desinformación: el papel de los medios alternativos y los "podcast"

Trump también supo manejar a su favor el entorno mediático. Aunque los medios tradicionales y las plataformas sociales en 2024 están más reguladas, Trump mantuvo una fuerte presencia en las redes sociales y los medios alternativos. Usó estos canales para movilizar a su base, especialmente en plataformas como los podcasts y los medios digitales, que tienen un impacto considerable entre ciertos segmentos del electorado. Su habilidad para manipular el flujo de información, construir narrativas propias y desafiar la narrativa dominante fue clave para movilizar a sus seguidores ya que promovió un mensaje directo y personalizado.

La desinformación y la manipulación de la narrativa política en las plataformas sociales siguieron siendo herramientas clave para su campaña.

5. La importancia de la base de votantes y la movilización

Trump construyó una base de votantes muy leal y movilizada, particularmente en los estados de la "Campaña Roja" (los estados tradicionalmente republicanos). Además de su apoyo entre los votantes blancos de clase trabajadora, fue capaz de atraer a un número creciente de hispanos y a algunos segmentos de la clase media baja. Trump se enfocó en aumentar su base de votantes en estados clave, como Florida, Ohio, Texas y Pennsylvania, donde el descontento con la administración demócrata era mayor. Ganó en el condado de Miami Dade en donde no ganaba un republicano desde 1988.

La movilización de su base, en particular la clase trabajadora, fue esencial para su victoria. Trump aprendió muy bien a manejar las emociones de su electorado con mensajes sencillos, directos y repetitivos. Usando el poder de las redes sociales y otras plataformas de comunicación alternativas, se conectó con un segmento de la población que no se sentía representado ni por los medios tradicionales ni por los políticos de carrera. Esto le dio una ventaja en términos de movilización electoral y en la creación de una narrativa política que conectó directamente con las preocupaciones cotidianas de muchos ciudadanos.

6. La fragmentación del Partido Demócrata y el “vacío de liderazgo”

Aunque los demócratas tienen una base sólida, especialmente en áreas urbanas y entre votantes jóvenes, la candidatura de Kamala Harris no logró captar de manera efectiva a sectores clave de la población. En 2024, las políticas progresistas de la administración Biden no conectaron con una parte significativa de los votantes tradicionales del Partido Demócrata, incluidos muchos de clase trabajadora, que se sintieron desplazados por una agenda considerada demasiado enfocada en la elite. Esto creó una oportunidad para Trump, quien supo movilizar tanto a los votantes republicanos como a un número creciente de votantes disidentes de la izquierda.

El Partido Demócrata enfrentó dificultades debido a sus divisiones internas, con una lucha constante entre su ala progresista y moderada. Y por impulsar en un principio la candidatura de Biden a pesar de su avanzada edad y por su supuesto declive cognitivo.

La incapacidad de los Demócratas para consolidar una visión clara y efectiva generó una mayor alienación de los votantes indecisos, especialmente en áreas suburbanas o rurales, que fueron claves para la victoria en las elecciones generales.

Harris tuvo poco tiempo para desligarse de las políticas de Biden y también tuvo muy poco tiempo de campaña (3 meses), en contraste con Trump que llevaba años haciéndola.

Biden y su partido no lograron resolver temas clave como el sistema de salud, el control de armas, las desigualdades económicas y el tema de Gaza, y Trump aprovechó ese vacío de liderazgo para presentarse como el "candidato del pueblo", dispuesto a desafiar la "élite" que, en su opinión, había fallado.

7. Aislamiento y proteccionismo comercial 

El enfoque de Trump en el aislacionismo y el proteccionismo comercial también tuvo resonancia en las pasadas elecciones. En un mundo cada vez más interconectado pero también marcado por tensiones geopolíticas, especialmente con China, Rusia y otros actores internacionales, Trump se presentó como un defensor de la política exterior centrada en los intereses de Estados Unidos, alejada de la cooperación multilateral. Este enfoque podría atrajo a aquellos votantes que sentían que las políticas exteriores de los gobiernos anteriores no han beneficiado a la Unión Americana.

8. La fragmentación política y las coaliciones cambiantes

En 2024, Trump amplió su base de apoyo, no solo entre los votantes republicanos tradicionales, sino también entre sectores de la población más diversos, incluidos algunos hispanos, trabajadores industriales y hasta ciertos segmentos de jóvenes desilusionados con el sistema. La política de identidad jugó un papel importante en esta elección, y Trump logró conectar con muchos votantes que se sintieron marginados por los demócratas. En cambio, el Partido Demócrata enfrentó divisiones internas, lo que hizo más difícil consolidar un frente unido contra el candidato republicano.

9. Cultura y el voto conservador

La polarización de las cuestiones sociales, como el aborto, también puede influyó en el voto. Trump se alineó con los valores conservadores y religiosos, especialmente con las mujeres conservadoras que vieron en él a un líder que defienda los principios tradicionales y que logró captar un apoyo más amplio de los votantes religiosos y de aquellos preocupados que veían en los demócratas como una amenaza a los valores tradicionales.

10. El impacto de la polarización global

A nivel global, el ascenso de figuras autoritarias y populistas como Vladimir Putin, Xi Jinping y otros líderes de corte similar afectó la dinámica internacional. Trump, en su postura de aislamiento y proteccionismo, se alineó con esta corriente de desconfianza hacia las instituciones multilaterales. Aunque su estilo agresivo fue un factor divisivo dentro de los Estados Unidos, en el exterior, algunos líderes, como los de Ucrania e Israel, celebraron su regreso, mientras que China se mostró más cautelosa.

11. La figura del líder autoritario

Aunque Trump sigue siendo una figura controversial, su estilo de liderazgo autoritario, sus promesas de restaurar el orden y su postura de "ley y orden" en temas como la seguridad y la inmigración, calaron hondo en una parte del electorado que buscaba un liderazgo fuerte y directo. Esta tendencia no solo es propia de Trump, sino parte de una corriente más amplia que favorece la centralización del poder y el uso de políticas más restrictivas frente a los problemas sociales y económicos.

12. Trump y sus seguidores

Trump cuenta con un grupo muy leal de seguidores, y además logró atraer a nuevos votantes, algo que no consiguió Harris quien no mantuvo el respaldo demócrata de Biden en 2020. La base de Trump se identifica con su lema de "Hacer a Estados Unidos grande otra vez" y representan según un estudio, un tercio en torno a un tercio de todos los republicanos y un 15% de la población adulta de Estados Unidos. Además hay una creencia de discriminación contra los blancos, que el país va por mal camino y que la democracia favorece a los más ricos.

13. Ucrania y Gaza

Trump se presentó como un candidato anti guerra, dijo que acabaría con la guerra en Ucrania 24 horas y que también terminaría con la guerra en Gaza, y es algo que les gustó a los votantes pues consideran que su país gasta mucho dinero en apoyar a Ucrania en su guerra contra Rusia.

Conclusión

El regreso del populismo: El ascenso de Trump en un Estados Unidos dividido

El triunfo de Donald Trump en 2024 no solo se debe a sus estrategias de campaña, sino también a un contexto de desilusión generalizada con las alternativas políticas, especialmente las representadas por el Partido Demócrata. Su capacidad para movilizar a sectores disidentes, el descontento con el sistema económico y político, y la continua preocupación por la inmigración y la seguridad, fueron factores decisivos en su victoria. Este resultado refleja una nueva era política en los Estados Unidos, marcada por la polarización, el populismo y un rechazo generalizado al modelo político tradicional.

A pesar de las críticas que enfrenta sobre su ética y su estilo de liderazgo, Trump es una figura capaz de capitalizar el malestar de grandes sectores de la población estadounidense, especialmente aquellos que sintieron que no fueron escuchados por las élites políticas tradicionales.