Economía italiana

Italia es una de las diez economías más importantes del mundo, por volumen de PIB, cuenta con un Producto Interno Bruto nominal de 1 billón, 850 mil millones de dólares en términos absolutos. A nivel regional, es la tercera economía de la Eurozona, detrás de Alemania y Francia.

Según el Índice de Desarrollo Humano, el país cuenta con un alto nivel de vida estándar y tiene la octava calidad de vida más alta del mundo según la revista europea de economía The Economist.

Es el tercer país con más reservas de oro a nivel mundial, además de ser el tercer mayor contribuyente neto al presupuesto de la Unión Europea. Su economía está sumamente industrializada, es innovadora en el sector económico empresarial, es el segundo país manufacturero de Europa después de Alemania.

Destaca a nivel mundial por sus creativos diseños de calidad para el sector automotriz, industrial, electrodomésticos y naval, además de estar siempre a la vanguardia en el mundo de la moda. Representa el mercado más grande de bienes de lujo dentro de Europa (tercero a nivel mundial) y la riqueza privada existente dentro del país es una de las mayores a nivel mundial.

Italia es una de las potencias agrícolas más importantes de la Unión Europea, siendo el mayor productor de arroz, frutas, hortalizas y vino de dicho continente. El sector agrícola aporta alrededor del 2% del PIB italiano y depende de la importación de materias primas usadas por los limitados recursos naturales con que cuenta en su territorio. Estas importaciones son responsables de más del 80% de la energía del país.

La actividad industrial italiana se concentra sobre todo en el norte del país: Milán, Turín y Venecia. El tejido industrial está formado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas familiares; más del 90% de las industrias tiene menos de 100 empleados. Italia es el sexto mercado de exportaciones en la Unión Europea y el primer exportador mundial de bienes de lujo. Las principales industrias se dedican a maquinaria de precisión, vehículos a motor, productos químicos y farmacéuticos, artículos eléctricos, moda y prendas de vestir. El país ha sufrido una fuerte desindustrialización, pero sigue siendo la segunda potencia manufacturera de Europa y la séptima del mundo.

El sector servicios representa alrededor del 75% del PIB y emplea al 70% de la mano de obra. El turismo desempeña un papel fundamental, siendo uno de los sectores más rentables y de mayor crecimiento. El turismo desempeña un papel muy importante para la economía italiana y contribuye casi con un 10% a este sector, es el tercer destino turístico de la Unión Europea y el quinto a nivel mundial.

Los italianos tienen una muy buena calidad de vida, de acuerdo con el Índice de Desarrollo Humano o IDH, que elabora las Naciones Unidas para medir el progreso de un país. Se encuentra en el puesto 46 de los 190 que conforman el ranking Doing Business, que clasifica los países según la facilidad que ofrecen para hacer negocios.

En cuanto al Índice de Percepción de la Corrupción del sector público en Italia los resultados lo califican con 47 puntos, así pues, se encuentra en el puesto 60 del ranking de percepción de corrupción formado por 176 países.

Italia representa importantes corporaciones multinacionales, como el gigante petrolero ENI, el grupo mecánico mundial FIAT y dos de los bancos multinacionales más grandes de Europa: Intesa y Unicredit. Hay también grandes grupos empresariales como ENEL y Telecom Italia que poseen importantes servicios extranjeros.

La industria automotriz italiana cuenta con más de 2,600 empresas, es ampliamente conocida por sus diseños, Fiat Group produce casi el 90% de los vehículos que se ensamblan en ese país y tiene las marcas de lujo Alfa Romeo y Lancia, así como los exóticos Ferrari y Maserati.

Se concentran principalmente en Turín y en la región de Piamonte alrededor del 50% de las 2,600 empresas (con 170,000 empleados) activas en Italia en el sector, incluidos los fabricantes de componentes, están establecidos allí. Italia es ampliamente conocida por sus diseños, es el cuarto mercado automotriz europeo después de Alemania, Reino Unido y Francia.